Existen ciertos términos que con frecuencia suelen confundirse al ser conceptos parecidos entre sí, pero con diferencias clave en términos de objetivos, planificación, diseño e, incluso, gestiones administrativas para llevar a cabo.
En el artículo de hoy quería abordar el tema sobre renovar, remodelar o rehabilitar: tres praxis que aguardan connotaciones dispares y que son importantes a la hora de tomar la decisión de optar por una u otra opción en la transformación de tu inmueble.
La renovación suele asociarse a la rehabilitación, cuando esta última es en realidad opuesta a la primera. La renovación trata de hacer espacios nuevos, mientras que la rehabilitación trata de actuar sobre lo ya construido.
En el caso de la remodelación y la rehabilitación tienen objetivos diferentes, pero ambas tratan de mejorar lo ya existente antes de derrumbar o empezar desde cero un inmueble.
Más abajo te explico y enseño algunos ejemplos sobre proyectos en los que he trabajado que pueden servirte de ayuda a la hora de tomar una decisión como esta.
La remodelación
La remodelación nos permite ampliar o modificar espacios u objetos existentes, sobre todo, con la intención de influir sobre su diseño y su estética.
Para la Basílica de Nuestra Señora de la Cabeza se realizó un trabajo de remodelación del espacio litúrgico. Se trabajó desde el Sagrario, Ambón y Sede hasta el Altar Mayor.
Te lo enseño, a continuación:




Por otro lado, para el Palacio de Sirvente de Mieres se trabajó en un diseño previo de fachada dentro del cánon que el edificio ya imponía y se enriqueció con otros materiales como la piedra tallada a mano y rejas de forja vigorosas. Además, se añadió la escultura de un Hércules de gran tamaño coronando la fachada principal.
A continuación, puedes ver un primer boceto que realicé para tener una primera visión del nuevo diseño y estética a partir de materiales específicos y después planos y estética final de este proyecto de remodelación:




La rehabilitación
La rehabilitación nos ayuda a mejorar la forma existente y arreglar algunos problemas que han surgido por el paso del tiempo y solucionar su deterioro con el objetivo de optimizar su presencia y espacio.
Además, en las obras de rehabilitación puedes encontrar obras de ampliación en el caso de querer aumentar la superficie construida e incorporar nuevos elementos; o bien, puedes encontrar las obras de restauración en las que al edificio se le dota de nuevas modificaciones.
La restauración suele darse sobre edificios históricos o antiguos que deben conservar su estado original.
Te enseño, a continuación, algunos proyectos en los que he trabajado:
En el caso de la Almazara García Morón se llevó a cabo un trabajo de rehabilitación para recuperar el espacio original dotándolo de una nueva actuación para su uso adecuado y aprovechamiento turístico de las Almazaras de la Diputación Provincial de Jaén.




Por otro lado, en el caso de Divina Pastora se partió de un templo obsoleto para redescubrir los elementos de valor (escudos en piedra y fábrica en ladrillo). También se creó un campanario integrándose con el Arco de Capuchinos (Carlos III), se construyó un nuevo porche y se intervino en nave central, retablo y presbiterio:



Tanto si se recurre a una opción u otra es aconsejable hacer un estudio previo y un análisis para saber sobre qué tipo de inmueble nos vamos a poner a trabajar. Los beneficios de un proyecto de remodelación te los contaba hace unos días y ciertas condiciones como la salubridad, la seguridad, la estética o estructuras morfológicas se deben de prever con antelación antes de la puesta en marcha.
En mi caso siempre planteo 3 puntos clave al empezar un proyecto: primero, un asesoramiento personalizado a cada caso; segundo, una primera presentación de ideas con una obra a escala mediante dibujo o modelo de terracota; tercero, detallo los costes con un desglose de materiales necesarios para el proyecto en particular.
Si necesitas más información, no dudes en contactar conmigo.
-M.López