Altar mayor Catedral de Jaén

Total integración con los espacios arquitectónicos
A lo largo de la Historia, el altar ha experimentado diversas transformaciones, una vez separado del muro o de máquinas retablísticas, el altar se convierte en elemento exento, adoptando una forma plástica autónoma y fija.
Se convierte en elemento exento, adoptando una forma plástica autónoma, mesa, ara o sepulcro, consagrada como altar fijo describiendo a su vez un espacio celebrativo propio.
"Pocas veces un tempo construido a lo largo de casi tres siglos se mantuvo tan fiel a la idea original. Un Premio y un magnífico homenaje a la memoria del gran arquitecto,su creador." Trabajo del arquitecto Fernando Chueca sobre ANDRÉS DE VANDELVIRA. (Publicación del Instituto de Estudios Giennenses año 1.971)

Materiales:
Medidas: 2,30 metros x 1 metro de altura x 0,95 metros.
Mesa:Nogal español. Talla y ebanistería correspondientes al ara, columnas, basamentos y molduraje superior e inferior de la mesa.
Evangelistas:Madera de olivo. Cuatro tallas de Evangelistas en las esquinas.
Bronce fundido a la técnica de la cera perdida destinado a los capiteles corintios y a las figuras sentadas que sustentan las cartelas de la parte superior del ara y figurillas aladas que portan en sus cabezas cestillos conteniendo los atributos de la celebración eucarística (uvas y espigas). "El Cuerpo y la Sangre de Cristo."
Mármol. Destinado a la mesa.
Alabastro. Cuatro relieves insertos en el Ara correspondientes a los periodos litúrgicos.

El respeto a la proporción y a la integración en la forma renacentista junto con el sentido de la liturgia, deberán ir íntimamente unidos, tratando de establecer una comunión perfecta: Forma arquitectónica (idea plástica) y sentido litúrgico.
Por ello tras un estudio sobre las formas de Vandelvira, entiendo que el altar es ara, pero sobre todo mesa.
Distinguir estas dos características constituye un punto de arranque fundamental si se quiere llegar a unas realizaciones prácticas que no contradigan lo que en realidad es el altar cristiano.

Teniendo presente esta división que nos llevará a un todo, el tratamiento del Ara parte de una forma limpia: El cubo y una construcción y forma claramente renacentista. Su particularidad más especial es la movilidad sobre su eje, de forma que rota sobre sí misma de acuerdo con cada periodo litúrgico del año.
Cada cara del cubo corresponde con un relieve en alabastro, que alude al respectivo momento concreto y centrado cómo no en Cristo:
Calendario litúrgico | Relieve | |
---|---|---|
Cristo nace: | Navidad | Nacimiento |
Cristo padece y muere: | Cuaresma | Calvario |
Cristo resucita: | Pascua | Resurrección |
Cristo enseña: | Tiempo ordinario | Lapidación |

Este tratamiento contribuye a dar un mensaje de catequesis renovada, símbolo de una iglesia en permanente movimiento.
La mesa del Señor no sólo debe diferenciarse en razón de diversas celebraciones, sino también con referencia a los diversos días y tiempos, tratando de buscar la meditación del pueblo a través del año litúrgico.
Se trata de un ara peculiar, estriba más en una acción sacramental simbolizando finalmente la Pascua más que en una ara destinada a una ofrenda con inmolación de la víctima.

Evangelista San Mateo- Altar catedral de Jaén
El altar hay que verlo como la mesa del Señor. Se prescinde de otras formas geométricas, partiendo de un rectángulo sustentado por cuatro columnas de orden corintio, que contienen a su vez las imágenes de los Evangelistas en sus esquinas, creando sendas capillas imaginarias que dotan a las mismas de un sentido tridimensional.
"Los Evangelios representan las culminación, los últimos matices, lo que Dios ha querido decir a los hombres."
Las medidas del presbiterio de esta catedral de Jaén nos llevan a pensar en una forma más alargada, rectangular , que nos refuerce el carácter de mesa, sin llegar a ser nunca un mostrador.
Se pretende conseguir la armonía justa entre este espacio y la correcta proporción del altar, siendo este el centro de atención de toda la asamblea congregada.