Romería de la Virgen de la Cabeza
Reflexiones sobre un Peregrino en el Camino
Cuando recuerdo esta escultura al Peregrino me vienen a la memoria muchas ilusiones sembradas, mucho esfuerzo y preocupaciones para hacer realidad un bello y merecido proyecto para honrar y perpetuar aún más la devoción a nuestra querida Virgen de la Cabeza.
Empezaba yo mi andadura profesional allá por el año 1995, tuve la inmensa fortuna de merecer la confianza de esta noble y sencilla Peña de Peregrinos que por aquel entonces quería dedicar una mirada o un alto en el camino para reflexionar sobre la historia de nuestro peregrino en este incomparable y centenario marco serrano.
En aquel momento no existía nada realmente digno en el camino que hablara de esta sencilla y honda manera de expresar la devoción a Nuestra Señora de la Virgen de la Cabeza.
Confieso que me produjo honda impresión encontrarme a modo de los surcos que de manera natural el hombre con su pisada y las caballerías habían ido dejando en estos bellos parajes serranos, rápidamente comprendí que a pesar de los serios inconvenientes económicos, tenía que ejecutar una obra importante acorde con la importancia devocional que nos ocupa y el profundísimo y sincero sentir popular que anima a cualquier peregrino desde cualquier lugar y sólo la virgen y el mismo entienden el porque de este peregrinar.
Escultura realizada en Fundición Eduardo Capa de Madrid
Lo primero que entendí para abordar esta obra fue el respeto y la integración al medio natural, lo que ahí se hiciese tenía que estar en total comunión con la naturaleza y el fin físico sobre el Santuario de la Virgen de la Cabeza, su limpia visión en línea recta de este enclave, por eso el empleo del balcón detrás de la escultura a través de ese amor traspasado en su pecho que presenta la obra, de esta manera obra escultórica, naturaleza y finalidad devocional quedan unidas por un todo.
De este planteamiento se deduce que el empleo de los materiales no fue casual: granito rosa de nuestra Sierra y fundición en bronce (Fundición Capa), los mejores para mi sin duda que pude encontrar en España me ayudaron a crear este sueño. Todo esto no hubiera sido posible sin el esfuerzo anónimo de tantas personas como anónimo en el fondo es el peregrinar.
La soledad intima que experimenta sin duda un peregrino, el impulso inicial que le alienta a este reencuentro consigo mismo creo que enlazan bien con esta manera de plantear esta obra, el resto yo creo que lo hace Ella, a la que todos llamamos en busca de una salida a nuestros problemas, a lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de comprobar como la fuerza y la bondad infinita de esta gran devoción se ha hecho presente en nuestras vidas.
Este trabajo para mi fue la prueba de como un grupo de hombres sencillos y decididos sin ningún tipo de recurso hicieron realidad el anhelo de tantos y dieron forma a la voluntad de muchos devotos a Nuestra Virgen de la Cabeza.
– M.López